Sin Ceros

¿Cómo pudimos perder, si éramos tan sinceros? Charlie Brown, 1963. Diario virtual ciertamente no diario y virtualmente incierto de Issa López, guionista y directora de Efectos Secundarios, Casi Divas y otras curiosidades, quien usa este espacio para no hacer el trabajo que debería de estar haciendo.

lunes, octubre 05, 2009

Amores Gatos


A los cinco años me enamoré por primera vez en la vida. Otras niñas se enamoraban de un niño de la escuela. Como Joav de primero A, (No, neta se llamaba Joav) que tenia el halcón milenario y la lonchera de Los Ángeles de Charly. O de Shaun Cassidy, que salía en los Hardy Boys. Yo en cambio, me enamoré de Don Gato. Mi única disculpa es que nadie me había explicado las dificultades técnicas del amor entre una preescolar mexicana y un gato callejero neoyorquino, bidimensional y que no usaba pantalones. En mi sistema de valores, -que me temo es el mismo que sigo utilizando hasta el dia de hoy- Don Gato era el galán perfecto. Soltero, independiente, lider nato, rebelde rayando en terrorista, y con sombrero. El sombrero es clave. Dejaria una marca indeleble en mi tierno inconsciente, que posteriormente me llevaría a enamorarme de Indiana Jones y de un asistente de producción cuya única virtud era el susodicho sombrero. No vamos a discutir el tema del asistente… pero... si por error está leyendo esto y donde quiera que esté, ojalá que tenga este tipo de calvicie, consecuencia del puto sombrerito:





En cualquier caso, en aquellos dias pre-video cassette, no quedaba más que estar todos los miércoles a las dos de la tarde pegada al canal 5, y acabando el tío Gamboín con Pacholín y Salchichita, llegaba mi ansiosamente esperada dosis de felinos, interrumpida por los reglamentarios comerciales de Lilí-Ledy y Mi Alegría.


Así pues, para bien o para mal, las aventuras, personajes y peripecias de Don Gato se quedaron a vivir para siempre en el cráneo y el corazón de esta redactora. Laszlo Loszla el violinista venido a menos y disfrazado de barrendero (no es que la peli esa de "El Solista" que está ahora en cartelera, se trata justo de eso?? Chale con fusilarse a Hannah-Barbera... que por cierto, pensé hasta una vergonzosamente avanzada edad que era... una señora. Mrs. Hannah Barbera. Creadora de Los Picapiedra... No William Hannah y Joseph Barbera. Duh), Arabella, el corcel que con la sirena de los bomberos podía ganar el Derby, Carlitos el bebé perdido, Mimosa la que baila el chachachá, las burbuburguesas, el Marajá de Pocajú y su rubí, el chocolomo de Cucho, Demóstenes con su tartamudeo y su sususufro, el lunar de chicle en la planta del pié de Benito, el Oficial Moldún y Matute, el misterio de qué demonios pasaba con Panza y Espanto y la eterna búsqueda de fortuna de mi galán de callejón, me acompañan a todas partes.


Mi amor por Don Gato duró hasta que Han Solo apareció en mi vida. Pero seguimos en contacto y siendo grandes amigos, y nos encontramos de vez en vez. Así, cuando estuve en Madrid, los Españoles me preguntaban: ¿Eres Mexicana? Y al responder que si, la primera pregunta era ¿Qué es el Chocolomo? Porque Don Gato les tocó en la versión Mexicana, y nunca entendieron bien lo Yucateco de Cucho... Y así, cuando escribí mi primera obra de teatro, la protagónica se inventaba un novio violinista que, sí, se llamaba Laszlo Loszla. Y así, en alguno de los guiones que escribí, había un Cucho y un Demóstenes... y así, el gato del sombrero me acompaña a todos lados... Porque que no hay amor como el primero. Aunque viviera en un bote de basura y se lavara la cara con salivita.


Cosa curiosa, con la edad adulta, descubrí que, por si todo lo demás no hubiera hecho nuestro amor los suficientemente complicado... soy alérgica a los gatos.


Eso pasa luego con los exes, no?


Un abrazo a todos y saludos desde el callejón!



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