Sin Ceros

¿Cómo pudimos perder, si éramos tan sinceros? Charlie Brown, 1963. Diario virtual ciertamente no diario y virtualmente incierto de Issa López, guionista y directora de Efectos Secundarios, Casi Divas y otras curiosidades, quien usa este espacio para no hacer el trabajo que debería de estar haciendo.

martes, abril 18, 2006

Historia de 2 ciudades parte 2


Nueva York no es lo mismo cuando te hospedas donde puedes, que es normamelmente mi caso, que cuando te hospedan en uno de esos hoteles que nada más ves en las revistas de sociales cuando estás esperando a que te corten el pelo. Uno de esos hoteles con Botones que parecen salidos de entre los modelos de esas mismas revistas, y que pensándolo bien, muy probablemente modelen en sus ratos libres. Y eso que me chocan los hombres que son más bonitos que una, pero eso sí, qué bonito es lo bonito, y daban ganas de preguntarles a qué horas salían por los bagels, porque allá no se les da eso del pan dulce. Uno de esos hoteles con pantalla de plasma, estéreo hi fi, vista panorámica del Hudson, champaña en el minibar, y sí, maravilla de maravillas, un vibrador en el paquete de bienvenida. No, en serio. Neta. Un vibradorcito de viaje monísimo, que se vino conmigo a México, en un paquetito de satín rojo que lleva, además, 2 condones y un tubito de lubricante. Algo así como el kit de primeros auxilios para CUALQUIER emergencia sexual que se presente. Digo, qué puede ser que no se solucione con alguno o más de uno de esos elementos?

En fin. Fuera del hotel, creo que vale la pena mencionarse que hice más de un contacto importante para futuras películas, y que no puedo decir nada más al respecto porque neta, sería horrendo que dentro de un año leyera yo o cualquiera este blog, y se tuviera que sentar en el suelo a reírse en su trasero de lo que parecía posible después del viaje a Nueva York. Así que calladita me veo más bonita, supongo. Lo que sí voy a poner, es que conocí a más de una persona verdaderamente encantadora, y especialmente a alguien que tuvo gestos de lo más espléndidos conmigo. Eso último va con un abrazo para Eddie Borges.

Valga la pena decirse, sin embargo, que Nueva York me parece menos terrorífico que Los Angeles. A final de cuentas, y a pesar de que todo mundo está loco ahí, y de que cualquier ruido de escape te hace pensar en terroristas atacando, y de que ir a comprar una hamburguesa a Mc Donald´s te hace sentir como si tuvieras que pasar un examen de cálculo para el que no estudiaste (porque tienes que tener todas las respuestas, el cambio exacto, y la actitud precisa, y todo en chinga, o te mandan a tragar twinkies al 7 eleven)... me da este no sé qué que qué se yo de que se parece más a esta tierra Chilanga. De que medio sí haces contacto con la gente. De que te subes al metro y llegas a algún lado, y de que si te mientan la madre, o te sonríen, es más neto que en California. A lo mejor es esa sensación de que te estás jugando el pellejo en todas las esquinas, que se parece más a la experiencia Mexica, desde el humilde punto de vista de esta sobreviviente de dos asaltos a punta de pistola.

En fin. Para resumir en tres incisos mi aprendizaje de este viaje a la costa este de Gringolandia:

a) Pon la pinche bolsa del diuti fri adentro de tu maleta.
b) Pregúntale a tus patrocinadores si la noche extra de hotel la pagan ellos o tú... y si la vas a pagar tú, cámbiate a otro hotel aunque no tenga vibrador incluído. Neta que sale más barato el vibrador más chido del Sex Shop más mamuco, que la pinche nochecita de seis estrellas...
c) No importa lo que hagas... nunca, nunca NUNCA vayas a ver Basic Instincts 2.

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miércoles, abril 12, 2006

Historia de 2 ciudades en 2 partes

De Los Angeles a Nueva York. Cualquiera que leyera casualmente este blog, podría pensar que me la paso de vuelo en vuelo y de costa a costa de la Unión Americana, pero nel. La verdad de las cosas es que no sólo no tengo tarjeta frecuenta, no acumulo millas (si algo acumulo son centímetros. Y en navidad pulgadas. Y sí, mayormente en el área nalgar), no tengo acceso a la sala de espera de American Express, y además y para colmo, soy un asco haciendo maletas. Cada vez que voy a empacar empiezo en este estado zen de: no voy a cargar de más. Voy a llevar sólo el mínimo necesario. 2 playeras, unos jeans, sólo los zapatos que llevo puestos. Y mi cepillo de dientes. Una sola maletita que voy a llevar en cabina. Om. A güevo. Nada más que las 2 playeras se convierten en 12 cuando resulta que no me combinan con el segundo pantalón que llevo por si acaso, y entonces meto otros 4 pantalones porque ahora no combinan con las playeras, y cuatro pares de zapatos porque qué onda si ahace frío, y qué onda si sale una ida al antro, y esos pantalones negros se me ven divinos con tacones, y esos tacones qué lindos se me ven con este vestidito, y para ese vestido necesito un saco, y con ese saco hay que llevar sombrero, y el sombrero queda chido si me hago chinos con las tenazas, y para las tenazas necesito ponerme 2 acondicionadores, y ahora que me acuerdo, más vale que me lleve las 32 cremas que me tengo que embarrar desde que cumplí... 18... y termino con cuatro pinches maletotas del tamaño de varias zonas conurbadas cada una.

Luego llego al mostrador de Aeroméxico muy sacalepunta porque la gente de Nueva York quesque me sacó mis boletos, y en primer lugar me llevo un shock porque la niña de la pañoletita que me atiende, resulta que es hermana de la abogada que maldivorció a mi marido (de su ex, entiéndase. No de mi) y nos metió en unos líos que si los anotara aquí muy probablemente terminaría en el bote. Él, no yo. Como sea, yo muy internashonal flaying guman le digo que tengo una reservación y la niña me dice que no. Que los boletos no están pagados. Y yo que sí, y ella que no, y en lo que discutimos me doy cuenta que me he convertido en una de esas señoras horrendas que me enfurecen cuando estoy en la fila y no entienden lo que la dependienta les dice, porque son sordas, gordas, limítrofes, bipolares, o una combinación de todas las anteriores.

Y si no es porque conocía a su hermana, -que supongo que nunca le contó las mentadas de progenitora con las que terminó nuestra relación- no vuelo, porque la susodicha niña del mostrador me hizo el paro buscando al supervisor en lo que yo me desgañitaba en el teléfono con la pobre asistente del productor Neoyorquino. A final de cuentas pude salir tardísimo a la sala de abordaje, pero no pude evitar pararme en el camino en el diuti fri, porque no me iba a ir sin otro perfume encima de los cuatro que ya cargaba. Eso sí, a la señorita de Lancome le saqué una muestrita de crema pa`la firmeza, y otra de brillo labial de lo más nice. Lo malo es que abordé tardísimo, ya no había lugar para la maleta en el compartimiento superior, y me tocó en ventana cuando soy de las que se la pasa todo el vuelo yendo a hacer pipí, de modo que tuve que pasarle el trasero por la cara varias veces a otros dos pasajeros.

Para cuando llegué a Nueva York, había olvidado en el avión el paquete del diuti fri con perfume y muestritas y todo, tragádome un desayuno con cartón-tocino porque soy vegetariana pero me moría de hambre, perdido un anillo en el excusado ese que cuando le jalas parece que te va a hacer una liposucción gratuita , o va a provocar un agujero negro. Lo que suceda primero. Ah, sí; y visto por segunda vez las Memorias de una Geisha entre jeta y jeta, que creo que es la única manera de soplársela. Digamos simplemente que no era un inicio auspicioso de viaje.

De Nueva York mismo, hablaré en la siguiente entrada. Por ahora basta con dejar claro que, a pesar de que de niña siempre me imaginé que de adulta sería una gran viajera, la realidad es que de gitana, lo único que tengo es una foto bastante mala que me sacaron en una fiesta de disfraces a los cinco años, donde estoy junto a mi primo Beto de chinito, y mi prima Maribel de Hawaiiana. Y los dos se veían mucho mejor que yo, a decir verdad.

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martes, abril 11, 2006

Issa y Jermaine


Después de varios días ausentes, Issa regresa a las andanzas de la Ciudad de México.
Debíamos una fotografía (y seguramente varias más) del productivo y comentado viaje de Issa a la ciudad de Los Angeles, para trabajar mano a mano con Jermaine Stegall, el artista que tiene la tarea de crear el score de Efectos Secundarios. Pero justo unos días después de regresar de LA, Issa parte a Nueva York, regresando este lunes pasado.
Mientras tando... en Efectosecundarioslandia, se prepara el terminado del primer trailer de Efectos Secundarios. Lo que actualmente pueden encontrar no sé en cuáles cines ni en qué películas, además de en la página www.efectossecundrioslapelicula.com es el teaser de un minuto. Me informan que a punto están de entregarme el primer trailer oficial de la película para la edición de audio, y posteriormente su mezcla en New Art Sound, aquí en chilangolandia.
Don Jermaine, ya nos entregó 6 tracks del score que aún Issa no ha tenido oportunidad de ver montados y sincronizados contra la imagen (se rumora que huye, viajando entre varios estados de la Unión Americana y hope's city, de varios editores de revistas que la acechan en busca de una entrevista), así que mañana miércoles 12 de abril, arribará a los suelos de Limbo Arte Sonoro, pa' ver lo que Jermaine lleva de score y saborear una de nuestras ensaladas.
Seguimos en contacto...
Efraín