Sin Ceros

¿Cómo pudimos perder, si éramos tan sinceros? Charlie Brown, 1963. Diario virtual ciertamente no diario y virtualmente incierto de Issa López, guionista y directora de Efectos Secundarios, Casi Divas y otras curiosidades, quien usa este espacio para no hacer el trabajo que debería de estar haciendo.

viernes, junio 29, 2007

Eva + Alejandro

Foto de Daniel Daza, en el set de la oficina de Alejandro Mateos.

Ahora sí, finalmente, más información. El problema de que ahora sí puedo decir todo, es que no tengo tiempo para hacerlo... pero hagamos el intento:

Empecemos por Eva y Alejandro (Bracho & Llaca). Examantes aún locos uno por el otro, en una guerra sin cuartel: él volteando a México de cabeza para buscar a la sustituta de ella, ella dando golpes bajos por doquier para detenerlo. Lo primero que me pasa cuando llego al set a dirigirlos: Me dan ganas de agarrar a Eva a cachetadas. Viendo la oficina de Alejandro, (La hicimos en Cinemark CNA, ahí donde se suponía que era el museo del cine, subiendo las larguísimas escaleras eléctricas. Una rotonda con suelo de duela y vista de 360 grados de jardines alucinantes) el departamento de Alejandro (En Reforma, con vista al Ángel, amueblados ambos por mi inenarrable departamento de arte, lidereado por el Maestro Carlos Herrera, que tiene más sentido del gusto en las uñas que se corta de un pie que yo completa en un buen día; y de ahí que ambos espacios parezcan sacados de una revista italiana de decoración), y a Alejandro mismo, que encima de ser el guapazo de Bracho, está vestido como Bracho NO se viste, y que es un perfecto cabrón, perfectamente manipulador, perfectamente seductor y perfectamente adorable en el más descarado homenaje a Cary Grant en His Girl Friday. De manera que está armadísimo el mortal coctel de guapo y poderoso y carismático. O sea, ya fumaste faros.

(o, en su expresión matemática: G+P+C=*&%$#@ otra vez, carajo!!!) Y los números no mienten, dicen por ahí.

Sí, sí, ni modo. Todas tenemos ese lado superficial y pavloviano entrenado por los miles de anuncios de Hugo Boss y Patrick's, para los hombres de verdad. Y la que diga que no, qué pinche mentirosa. De modo que tengo que admitir que caería redonda a sus -gracias a Dios, FastFinger, Ganesh y cualquier otra deidad involucrada- ficticios pies. Y NO entiendo cómo es posible que Eva se le resista. Pero ante la pregunta, Madame Llaca, alzando la proverbial ceja de Diva de Eva, me recuerda de inmediato qué es eso que Alejandro le hizo, y el motivo por el que se convirtieron en examantes. Y sí, está justificado que tenga ganas de matarlo... pero yo tengo que recordármelo todo el tiempo.

La otra cosa que me pasa cuando llego al set a filmar con Bracho + Llaca, es una tranquilidad absoluta en lo que estamos haciendo, porque ensayé muchísimo con todos los protagónicos de Casi Divas, pero con ninguno más que con ellos. En la misma escuela de Efectos, no sólo recorrimos y desmenuzamos y reinventamos cada secuencia que sí está en la película, sino que improvisamos desde el día que se conocieron, hasta el día que se reencontraron después de romper. Así, no solo tenemos biografías de personajes, sino que hay una memoria real y accesible, para que cuando Alejandro le pregunte a Eva "¿Qué nos pasó?" En el set, él pueda estar pensando en el momento en el que fue a buscarla al departamento de su amante, para llevársela, y yo pueda acercarme a Eva y decirle al oído que se acuerde del día que le tiró el anillo a la cara... y Llaca pueda realmente acordarse de haberle tirado el anillo, y por qué lo hizo. Y créanme, hace una diferencia brutal.

El proceso fue tan bueno, que la historia que Julio y Patricia y esta redactora armamos sobre el pasado de Eva y Alejandro me dejó con ganas de una precuela... en una de esas, si hay chance, se las cuento aquí, a ver cómo la ven. Y una ventaja más: el privilegio de haber visto a dos actores así tocar unas profundidades oceánicas en momentos terribles de los personajes; cuando descubren mutuamente quién es el otro en realidad. De nuevo, aunque no están en pantalla... esos momentos se sienten.

Qué más? Pues algunas notas sobre lo aprendido en el set con Eva y Alejandro:

-Meter a los actores al agua helada es malo... (Lo vi en Efectos); salen azules y temblorosos y cuando los sacas se ponen de malas. Pero meterlos al agua ardiendo no es mejor, realmente... salen rojos, en la escena parece que se están durmiendo en la tina, y cuando los sacas se te andan muriendo. Nomás no les das gusto, carajo.

-Aunque todos los implicados pasemos un rato de los 30, para la cámara, hay que volver a aprender a besar. De la misma manera que para dormir de cucharita siempre sobra un brazo, en los besos en pantalla siempre sobra una nariz.

-Lleva m&m's para los besos. Si son parte de la ofrenda para FastFinger, mejor.

-Lleva una concha protectora para la escena donde ella le aprieta los desos para castigarlo. El actor te lo agradecerá...

-Aportación de Miss Llaca: El té de gengibre es la onda! No sirve para nada que tenga que ver con la película, pero está bien bueno.

-Aportación del niño Bracho: Los metrosexuales duermen con camiseta; les chocan los pelos en las sábanas. Se lo dijo su tío, porque Bracho lo único que tiene de metrosexual es el personaje.

-Si tienes un personaje que es una Diva, y en tu mente las Divas tienen el pelo larguísimo... cambia de guión. Las extensiones son el infierno, y acabarás con una actriz de malas porque no puede dormir con los pegotes en la cabeza, una diseñadora de imagen neurótica porque no tiene tiempo de peinarla, y una directora al borde del ataque de nervios porque hay pelos por todos lados (Menos en la cama de Alejandro, gracias a la camiseta) y actrices por ninguno, porque siempre la están peinando.

-Después de 2 películas con yuppies metrosexuales con departamentotes mamonsototototes llenos de ventanas por todos lados que reflejan a todo el staff, todas las luces y hasta el boom... escríbete una historia más sencilla. Quizás monjes Franciscanos que viven en un monasterio sin ventanas. Ni Divas. Ni tinas. Con voto de silencio, y ya no te preocupas por los aviones que se enciman en los diálogos. Y si son ciegos, te evitas el dolor de ovarios del rebotito de luz de tu director de fotografía (adorado Carlos Aguilera) obsesionado con la belleza del cuadro. Una película para radio, esa sería la onda...

En fin. En mi siguiente post, otros dos personajes...

No estoy contestando los comentarios, porque si no no posteo, pero los estoy leyendo todos los días, y me encantan. Neta, gracias por la fe, los deseos, la paciencia!

La película, en serio, está saliendo poca madre, y no dudo que tenga que ver en alguna medida con la buena vibra que mandan.

Estamos. Hoy tengo llamado nocturno con mis cuatro Casi Divas, y Julio, que irá en su camionetota momonsototota de Alejandro. Toda la vida prefiero filmar de noche; tiene su encanto cortar a comer a la una de la mañana, no se crean.

Lo mejor de lo mejor, y el mejor momento para todos, como decía Grifiths.

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domingo, junio 17, 2007

Toda la sopa

La foto se produjo al tratar de crear un efecto de flashes en el set, durante una escena en la que se supone, el personaje de Anna Layevska departe con varios socialités de nuestra ficción, interpretados amablemente por mi productor y algunos otros amigos muy pacientes. A veces las fotos más interesantes, como otras cosas en esta viñeta del señor, suceden por accidente.

Finalmente es oficial, así que finalmente puedo decirlo todo! La película acabó por llamarse Casi Divas, y los protagónicos son Patricia Llaca, Julio Bracho, Maya Zapata, Daniela Schmidt, Diana García y Anna Layevska. La historia arranca cuando uno de los productores más poderosos del país, lanza una convocatoria para encontrar a la protagónica de su siguiente película. El productor se llama Alejandro Mateos, (Bracho) y es el niño dorado que convierte en un fenómeno todo lo que toca, de manera que medio México se descuelga para convertirse en superestrella, siguiendo el espejismo de los 15 minutos de fama, y esta obsesión en la que estamos cada vez más hundidos con ser célebres o saber de los célebres, mientras Eva, (Llaca) ex pareja de Alejandro, y su protagónica tradicional, pelea como gata boca arriba por el papel le están robando. Así seguimos a 4 chavas de 4 Méxicos diferentes: Catalina, (García) que viene de la frontera Norte, Ximena, (Layevska) de la alta sociedad de Guadalajara. Yesenia (Schmidt) de Ciudad Neza y Francisca, (Zapata) del Istmo, en Oaxaca. Cada una de las cuatro acude por razones completamente diferentes al llamado de la fama, y recorre caminos igualmente diferentes para descubrir si va a convertirse en estrella, o en qué, si no, para alcanzar sus sueños.

Uff. Ya está. El guión lo venimos preparando el muy incomparable Gabriel Ripstein -mi productor- y yo desde 2004, y esta vez es con Columbia Pictures. Qué más? Que está poca madre. Tres añitos de trabajo le caen bien a cualquier historia, y esta se ha pulido mucho. Y antes del rodaje ensayé y ensayé y ensayé tanto que para ahora, los actores conocen a los personajes mucho mejor que yo misma.

Y ahora, un breviario brevísimo de algunas lecciones de mi primera semana de rodaje:

Si hay que llevar extras, que sean gays. Son absolutamente geniales. Actores natos, y hasta escritores espontáneos. Algunas pruebas del léxico aprendido: Cloruro de potasio= claro. Loba=zorra. Pasita=Pasivo. Por si fuera poco, se aprenden las coreografías en 3 patadas.

Si llevas niños, dales de comer algo, y/o un balón de futbol. Si los distraes lo suficiente, pueden decir los diálogos como si NO estuvieran actuando.

Si vas a hacer un cameo, procura que sea sin una falda que te pises al bajar la escalera. Pocas cosas menos dignas que una directora rodando escaleras abajo en plena escena.

Las vacas no obedecen indicaciones de dirección.

Considerando el tiempo de peinado y maquillaje de tus cinco protagónicas y chorros de extras, plantéate la posibilidad de que la próxima vez que escribas un guión, todos los personajes sean hombres rapados. Quizás una intriga en un monasterio budista. Sin vacas. Ni niños. Ni directoras con faldas demasiado largas.

No pongas los golpes de las peleas tú misma. Puedes terminar sonándole un puñetazo en la cara a un actor, y adquridiendo el sobrenombre de Maromera López, mientras te mueres de pena y le pasas el hielo para el madrazo.

Sobre todo, y pase lo que pase, sigue poniendo cara de que sabes lo que estás haciendo.

En fin... prometo escribir más y más seguido, en serio! Pero me voy a jetear para filmar mañana. La película ahí va, y me encanta. Ojalá siga así!! Gracias a todos por la fe, de veras.

Un abrazo.
PD: El de la foto es FastFinger el Indomable, que es nuestro amuleto oficial en el rodaje, y el dios menor al que nos encomendamos mi gerente de locaciones y yo, apaciguando su ira con ofrendas de mini m&m's. Hasta ahora, ha sido tremendamente eficiente!

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