López American Idol
Así que hay otra explicación. Explicación que seguramente le hubiera encantando oír al juez que me escuchó cantar... esto es, si le hubieran quedado tímpanos después de la experiencia. Pero para ustedes, queridos suscriptores, aquí está la explicación:
Soy extremadamente holgazana, desidiosa, desorganizada, desastrosa y, como he explicado, procrastinadora excepcional, pero me enorgullezco de poder decir que realmente investigo para escribir. De manera que para Efectos... bueno, cumplí 30. Para Niñas, me enrolé en la academia de feminidad de Tota Topete, lo cual merece su propio post, cré-an-me.
Y para esta cosa que no tiene título -misma que filmo muy pronto, espero- lo que hice fue ir a Latin American Idol. Neta. Para entender cómo funciona una audición abierta, el tipo de gente que va a ellas -aparte de directoras hiperactivas- y lo que se siente participar en una.
Y lo que se siente más o menos es:
Calor. Quemaduras de sol de primer grado. Envidia de la voz de la mujer de tu prójimo. Y de la de tu prójimo. Y la del prójimo de tu prójimo, su mujer, y la prima de su mujer, porque empiezas a sospechar que nadie, na-die-n canta peor que tú. Desesperación con los organizadores Argentinos que se la pasan en el megáfono, diciendo cosas como: -Eh, chicos, hagán como si fueran adultos, sha vieron? Si shamán del 500 al 550 es que no quieren a los del 600... - Admiración profunda por el par de güevos que se necesitan para ponerse ciertas minifaldas. Una sensación de vejez extrema, especialmente cuando tienes que hacer circo maroma y teatro para no presentar una identificación que demostrará sin duda que tienes más de 30 al 1o de Febrero.... una satisfacción inmensa de que te crean sin parpadear que tienes 29 (Sí, sí, ni modo. Ni modo, se friegan y no me cansaré de decirlo: ¡29, 29, 29! aunque Pedrito Izquierdo se empute. Y eso, como dice Billie Holliday, you can't take that away from me...)
Err... volviendo al recuento, después del egotripcito: Hambre, que en six flags sólo puede ser satisfecha con chuchulucos y garnachas. Terror, seguido de aburrimiento eteeernooo... más terror cuando te toca tu número. Pánico cuando estás entre los siguientes 10. Horror cuando ves al juez con su cara de que está harto. Frustración cuando le cantas tu ensayadísima "Quizás, quizás, quizás" y te interrumpe para preguntar si no tienes algo más "bienvenido a 2007". Hastío cuando hace jeta al decirle que sólo traes "bésame mucho". Desencanto cuando cantas bésame mucho del culo, y te das cuenta que tú mismo te descalificarías. Sorpresa cuando pide algo más (pinche juez masoca). Inspiración para cantar Summer Time. Profundo sentimiento de orgullo herido cuando te dice que no gracias, a pesar de que sabías que ibas a perder, a pesar de que sólo ibas a eso, a la experiencia, a pesar de que si por algún error del destino, sordera terminal del juez o broma cósmica pasabas a la siguiente etapa íbas a estar en broncas, porque, ejém, NO tienes 29, aunque ahora pretendas otra cosa.
Y finalmente, satisfacción cuando lees las notas fabulosas que hiciste de tu investigación antropológica, y encuentras cosas como el que alguien grita: ¡Arriba Tulancingo! O que hay quien va vestido de mariachi, o que alguien más va disfrazada de Belinda... y te recuerdas que está pocamadre ser escritora y directora, porque puedes retratar esas cosas... y que no pasa nada si no te conviertes en ídolo pop... por lo menos este año.
En fin. Para despedirme, reproduzco la versión del póster de Efectos que hizo mi querida querida querida amiga Australiana, a la que pueden visitar en el link de aquí a la derecha, (Adelaide) y ver la versión grande de esta cosa padrísima:

Sin más, un abrazote a todos, y mucho éxito en sus carreras musicales, considerando que la mía murió al nacer...
Etiquetas: canto, investigación, latin american idol